
Retomando el camino donde lo dejamos en el último post, a más de 3600m de altitud, tras andar otro buen ratillo se llega a las impronunciables ruinas de Phuyuparamarka, en la foto del comienzo (por Auldhippo) y, a partir de aquí, llega lo más serio, aunque lo más sencillo para las piernas.
Enclavada en una cresta con unas vistas espectaculares del valle, se encuentran las ruinas de Wiñawayna, un conjunto perfectamente conservado y una parada absolutamente obligada en el camino:

Foto: DuTran
Desde aquí, para visitar otro lugare clave, es necesario tomar un desvío del camino (que en realidad es el camino para los que tomen la opción de hace un trekking de solamente 2 días), para luego volver a él. Cerca de este desvío se encuentra el conjunto de Choquesusuy, en la linde del río Urubamba:

Foto: Courneya
Una vez de vuelta al recorrido habitual, se encuentran las terrazas de Intipata, desde las cuales ya se puede intuir que el final de camino está cerca:

Foto: Courneya
Pero la verdadera sensación de haberlo conseguido llegará, presumiblemente, al llegar a Intipunku (Puerta del Sol), la entrada al complejo sagrado:

Foto: Superfluity
Aunque lo que de verdad marca el final del Camino, y lo que todo el mundo espera no es otra cosa que uno de los lugares recientemente incluidos entre las nuevas maravillas del mundo: El Machu Picchu. El complejo de restos incas por excelencia.

Foto: Kudumomo
Hasta la próxima!
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